Escueces como agua salada sobre herida abierta,
Acaricio lo rugoso, así, con las yemas de los dedos,
Es suave, pero ahí está, en el fondo, entre los pliegues,
Ya no sangra, pero escuece como agua salada sobre herida
abierta.
Qué terrible desencuentro,
Infinito y amargo en lo inconcluso,
Como quienes se cruzan en un cuarto oscuro,
Para amarse hasta lo más profundo,
Sin reconocerse en lo claro.
Qué tristeza para dos que se necesitan tanto…
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ResponderEliminarBuenas tardes:
ResponderEliminarAcabo de hacerme seguidora tuya. Espero poder seguir leyéndote con la complicidad que nos une en la distancia.
Un abrazo virtual,
Celia (THEMCELVEZ)
una honor que me sigas..
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